Los casos de mala praxis médica surgen cuando un paciente resulta herido mientras está bajo el cuidado de un médico o enfermera que no proporciona un tratamiento adecuado. Afortunadamente, la mayoría de los médicos y hospitales solo cometen errores en un número muy pequeño de casos. Sin embargo, dentro de esa minoría, hay errores específicos que se repiten con más frecuencia que otros. Vamos a analizar más de cerca los errores cometidos por médicos y hospitales que constituyen la mayoría de las demandas por mala praxis.
Algunas palabras de precaución sobre los tipos de errores médicos que se discuten en este artículo: recuerde que solo porque un médico cometió un error o un paciente estaba insatisfecho con un tratamiento, no necesariamente significa que se haya producido una mala praxis. Para cumplir con la definición legal de mala praxis, el médico o proveedor médico debe haber sido negligente, lo que significa que el médico no era razonablemente competente y que esta incompetencia resultó en lesiones para el paciente.
Diagnóstico erróneo o diagnóstico tardío
El diagnóstico erróneo y el diagnóstico tardío representan un porcentaje significativo de las demandas por mala praxis médica. Cuando un médico diagnostica erróneamente la condición de un paciente (o no diagnostica una condición grave), el paciente puede verse impedido de buscar alternativas de tratamiento que podrían haber evitado daños graves o la muerte.
Para probar una demanda válida por negligencia médica basada en un diagnóstico erróneo o un diagnóstico tardío, es necesario comparar lo que el médico hizo – o dejó de hacer – con lo que otro médico con una formación similar habría hecho en circunstancias similares. Si un médico razonablemente hábil y competente que trabaja en el mismo caso no hubiera cometido un error de diagnóstico similar, entonces el médico tratante podría ser responsable por negligencia médica.
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Lesiones durante el parto
Muchas lesiones fetales pueden ser causadas por negligencia médica, como lesiones cerebrales – como parálisis cerebral y trastornos convulsivos – huesos fracturados y parálisis de Erb y Klumpke (daño a los nervios que controlan los brazos y las manos). Sin embargo, hay que recordar que estas lesiones son más probablemente causadas por algo que no sea negligencia médica.
La negligencia de un médico u obstetra puede ocurrir durante el parto o incluso mucho antes.
Negligencia en la atención prenatal. Durante el embarazo, si se brinda un tratamiento médico negligente, puede resultar en daño al feto, a la madre o, a veces, a ambos. Algunos ejemplos de atención prenatal negligente incluyen:
- Fallo en diagnosticar una afección médica de la madre, como preeclampsia, incompatibilidad Rh, hipoglucemia, anemia o diabetes gestacional;
- Fallo en identificar correctamente defectos de nacimiento;
- Fallo en identificar correctamente embarazos ectópicos; o
- Fallo en diagnosticar correctamente una enfermedad que pueda ser contagiosa para el feto de la madre (como el herpes genital o el lupus neonatal).
Negligencia durante el parto. Durante el parto, la negligencia de un médico puede resultar en lesiones al bebé e incluso a la madre. Los errores médicos típicos durante el parto incluyen:
- Fallo en anticipar complicaciones del parto causadas por el tamaño grande del bebé o por el cordón umbilical enredado;
- Fallo en responder adecuadamente a los signos de sufrimiento fetal;
- Fallo en ordenar una cesárea cuando sea necesario; o
- Uso incompetente de fórceps o un extractor de vacío.
Según un estudio de 2006, los errores médicos lesionan a alrededor de 1.5 millones de personas en los Estados Unidos anualmente. Los errores en la medicación pueden ocurrir de muchas maneras, desde la prescripción inicial hasta la administración de la sustancia. Por ejemplo, un paciente puede resultar lesionado si el médico receta un medicamento incorrecto. O, el paciente podría resultar dañado por un medicamento que el médico receta para tratar una afección que fue diagnosticada incorrectamente. En el entorno de una instalación médica, el medicamento correcto puede ser administrado al paciente equivocado.
Sin embargo, el error de medicación más común por mucho implica la dosis: el paciente recibe demasiado o muy poco de la droga. Esto puede ocurrir de varias maneras:
- El médico escribe una dosis incorrecta en la receta;
- La receta es correcta, pero la enfermera administra la cantidad incorrecta;
- El equipo que administra el medicamento es defectuoso, lo que provoca que se administre una gran dosis de medicamento en un corto período. Por ejemplo, esto puede suceder cuando un desfibrilador tiene una batería descargada o una bomba intravenosa tiene una válvula desplazada.
Errores de anestesia
Los errores de anestesia a menudo pueden ser más peligrosos que los errores en la cirugía. Incluso un error aparentemente insignificante por parte del anestesiólogo puede causar lesiones permanentes, daño cerebral o incluso la muerte. Un anestesiólogo puede cometer negligencia médica antes de que se administre la anestesia a través de:
- Fallo en investigar el historial médico del paciente en busca de posibles complicaciones; o
- Fallo en informar al paciente sobre los riesgos involucrados si no se siguen las instrucciones preoperatorias (como no comer durante un cierto período de tiempo antes de la cirugía).
Los errores de anestesia que pueden ocurrir durante la cirugía podrían ser:
- Dar demasiada anestesia al paciente;
- Fallo en monitorear los signos vitales del paciente;
- Intubar inadecuadamente a los pacientes (colocar un tubo en la tráquea para ayudar con la respiración);o
- Uso de equipo defectuoso.
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Errores en la cirugía
Ciertas demandas por negligencia médica se deben a errores cometidos en la sala de operaciones. Un cirujano puede ser negligente durante la operación en sí – perforando un órgano, operando en una parte incorrecta del cuerpo o dejando instrumentos quirúrgicos dentro de un paciente – o el personal de enfermería puede ser negligente en la administración de cuidados postoperatorios – lo que podría causar complicaciones como una infección grave.
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Accidentes de negligencia médica en Utah
Los casos de mala praxis médica y negligencia médica pueden ser más comunes de lo que piensas. Se estima que casi 225,000 personas mueren cada año debido a la mala praxis médica en los Estados Unidos. De hecho, esta es la tercera causa principal de muerte en el país en general. Aún peor, menos del 2 por ciento incluso intenta buscar compensación por lesiones resultantes de la mala praxis médica, y aún menos logran recuperar algo. 195,000 muertes hospitalarias en general fueron causadas por errores evitables. Necesitas un experimentado abogado de mala praxis médica en Salt Lake City de tu lado para luchar por tu caso en caso de que sufras de negligencia médica.
El equipo de Siegfried & Jensen comprende la ley con respecto a la mala praxis médica y puede ayudarte a construir un caso exitoso si decides emprender una demanda por lesiones personales contra un médico u hospital culpable. Si tienes alguna pregunta o quieres saber más sobre reclamos de mala praxis médica, contacta nuestras oficinas legales al (801) 845-9000 hoy.
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