Todos lo hemos experimentado. Sentado en su coche, esperando pacientemente en el carril de giro a la izquierda a que pase una fila de tráfico aparentemente interminable o a que cambie la luz para poder girar. Tal vez haya esperado a través de muchos cambios de luz diferentes antes de finalmente poder llegar al frente del carril. Entonces, tiene su oportunidad y realiza la maniobra.
También todos hemos estado en el otro lado de la ecuación, el conductor que va recto, que ve que la luz ha cambiado. Sin siquiera pensar en frenar, continúa, tal vez incluso pisando el acelerador para asegurarse de pasar el semáforo. Lamentablemente, este es el tipo de escenario que causa uno de los accidentes de tráfico más comunes que a menudo terminan en lesiones graves. Entonces, ¿quién tiene la culpa si ocurre un choque? ¿Es el conductor que está girando a la izquierda o el conductor que atraviesa la intersección? La respuesta depende de las circunstancias y los hechos de cada caso.
Ley de Lesiones Personales y Accidentes de Tráfico
El conductor del vehículo que está girando a la izquierda tendrá una mayor carga de la prueba. El conductor que va recto será considerado en la posición “dominante” y el conductor que gira estará en la posición “subordinada”. La ley exige que el vehículo que gira a la izquierda “ceda el derecho de paso al tráfico que se aproxima desde la dirección opuesta que está en la intersección o tan cerca como para constituir un peligro inmediato.” Sin embargo, una vez que el conductor del vehículo que gira ha cedido, “el conductor puede girar el vehículo a la izquierda, y el tráfico que se aproxima a la intersección desde la dirección opuesta debe ceder el derecho de paso al vehículo que está girando a la izquierda.” En pocas palabras, en el caso de que haya espacio suficiente para que el conductor que gira a la izquierda avance con seguridad y el otro conductor continúe, el conductor que va recto tiene el deber de ceder el paso al conductor que gira a la izquierda.
En casos donde la luz ha cambiado a amarilla, el tribunal también debe referirse a las regulaciones sobre luces amarillas. Contrario a la comprensión de la mayoría de los conductores, una luz amarilla no significa necesariamente que el conductor deba reducir la velocidad, y definitivamente no significa que deba intentar pasar antes de que cambie a roja. En realidad, una luz amarilla significa detenerse, a menos que la detención no pueda realizarse de manera segura. Por lo tanto, cuando la luz se ha puesto amarilla, el tribunal debe determinar si la luz cambió antes de que el conductor que va recto entrara en la intersección y si después de este cambio ese conductor pudo detener su vehículo de manera segura.
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El Deber de Cuidado del Conductor
Existen otras leyes que a menudo se mencionan en casos que involucran giros a la izquierda, incluyendo la obligación de cada conductor de estar atento a los peligros, operar un vehículo con cuidado y atención razonables, no exceder el límite de velocidad establecido, conducir según las condiciones de la vía o del clima, y no entrar a una intersección con luz roja. En ciertos casos, el tribunal podría encontrar a una parte 100 por ciento responsable, y en otros casos, ambas partes podrían ser consideradas responsables. El tribunal entonces asignaría un porcentaje de responsabilidad a cada conductor involucrado bajo negligencia comparativa.
En un caso donde la señal de tráfico había cambiado a amarilla y el conductor que iba recto estaba al menos a 140 pies de la intersección cuando la luz cambió, el conductor que giraba a la izquierda vio el auto que venía pero razonablemente pensó que el vehículo tenía tiempo suficiente para detenerse. El tribunal encontraría al conductor que continuó recto 100 por ciento responsable de la colisión. En otro caso, donde el conductor que giraba a la izquierda fue encontrado responsable por no ceder el derecho de paso al conductor que iba recto, el tribunal también encontró al otro conductor responsable por conducir a una velocidad excesiva. En este caso, el tribunal podría asignar un 65 por ciento de culpa al conductor que giraba y un 35 por ciento al conductor que iba recto.
En el Juicio, ¿Quién Tiene la Culpa?
En otro caso, el tribunal encontró al conductor que giraba a la izquierda 80 por ciento responsable y al conductor que iba recto, pero algo por encima del límite de velocidad con luz amarilla, 20 por ciento responsable. En otra situación, donde la evidencia mostró que la luz del semáforo había cambiado a roja antes de que el conductor que iba recto entrara en la intersección, este conductor fue encontrado 100 por ciento responsable. En otro caso más, donde un choque ocurrió al mismo tiempo que la luz del semáforo se puso roja, el tribunal asignó responsabilidad igual a ambos conductores.
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Accidentes por Giro a la Izquierda en Salt Lake City
Los estudios han demostrado que los giros a la izquierda son un evento crítico previo a la colisión en los Estados Unidos. De hecho, los giros a la izquierda están involucrados en alrededor del 22.2 por ciento de todos los accidentes de tráfico cada año. Las intersecciones son lugares peligrosos propensos a colisiones, y los giros a la izquierda están involucrados en casi el 61 por ciento de los accidentes que ocurren en una intersección. Estas estadísticas muestran que los giros a la izquierda pueden ser peligrosos si no se ejecutan correctamente, y es importante que todos practiquen conductas de manejo seguro mientras están al volante.
Las víctimas de estos accidentes probablemente sufran lesiones graves, ya que el vehículo en el que están entra en la trayectoria de un vehículo que se aproxima, resultando en un choque frontal. Lesiones en la médula espinal, traumatismos craneales y trastorno de estrés postraumático (TEPT) son efectos secundarios comunes de estos accidentes. Las víctimas probablemente requerirán tratamientos médicos costosos como resultado de sus lesiones.
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