En 2016, más de 20,000 muertes en la carretera fueron causadas por exceso de velocidad, no mantener el carril, zigzaguear en la vía, conducir distraído y no ceder el paso cuando era necesario, todas formas de conducción temeraria.
Esto muestra una negligencia insensible por parte de los conductores actuales, ya que conducir de manera tan temeraria, aparentemente sin pensar, es un comportamiento tan prevenible. Cambiarlo podría literalmente salvar vidas, y todo lo que se necesita es seguir las reglas establecidas que se pusieron para mantener el flujo del tráfico lo más seguro posible.
La conducción temeraria es una de las causas más comunes de lesiones y muertes al volante, por lo que si usted o sus seres queridos estuvieron involucrados o resultaron heridos en un accidente causado por un conductor temerario, es importante contactar al equipo legal de Utah con más de 30 años de experiencia en accidentes que involucran conductores temerarios. Siegfried & Jensen están dedicados a brindarle la ayuda y el apoyo que necesita después de un accidente así.
Exceso de velocidad
De las 20,000 muertes mencionadas anteriormente causadas por conducción temeraria en 2016, casi 10,000 de esas muertes fueron causadas por alguien que conducía a exceso de velocidad.
Los conductores agresivos con una actitud indiferente hacia sus compañeros de viaje a menudo ignoran los límites de velocidad establecidos, poniendo así en peligro mortal a ellos mismos y a todos los demás en la carretera. Sin mencionar que se exponen a riesgos legales al romper el límite de velocidad, una infracción totalmente evitable simplemente siguiendo el límite legal establecido.
El exceso de velocidad hace que el automóvil del conductor sea mucho más difícil de manejar, además de dificultar aún más el uso de los frenos. Esto es especialmente peligroso si tienen que hacer una parada repentina, como si un animal o peatón se cruzara frente a su auto.
Además, cuanto más rápido vaya el conductor, más daño puede causar si golpea a alguien. Los impactos a velocidades superiores a 60 mph aumentan considerablemente la probabilidad de muerte para cualquiera de las partes.
Todo lo que tiene que hacer es darse suficiente tiempo para llegar a su destino. Si no tiene prisa, no será necesario exceder la velocidad.
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Pasarse semáforos en rojo y señales de alto
Este hábito de conducción temeraria también proviene de un desprecio por las demás personas en la carretera, personas con familias y vidas. Proviene de la sensación de que las reglas y regulaciones no se aplican a uno mismo, que ellos mismos, y solo ellos, no necesitan seguirlas.
Negarse a ceder el paso en señales de alto y semáforos aumenta las probabilidades de sufrir un accidente y posiblemente lesionar a alguien que no estaba haciendo más que seguir las reglas establecidas.
Incluso podría matar a alguien, ya que los conductores que no se detuvieron o cedieron el paso mataron a más de 2,000 personas solo en 2016.
Las multas y sanciones están establecidas para todos aquellos que desobedecen estos puntos legales de detención. En lugar de tener que lidiar con las repercusiones legales y las cargas financieras de desobedecer la ley, es mucho más fácil para todos los involucrados si no se ignoran las señales de alto y los semáforos en rojo.
Pasar sobre una línea amarilla doble
Algunas carreteras tienen dos líneas amarillas paralelas pintadas en el pavimento. Existen en las carreteras como una indicación de que adelantar a alguien en esa vía está prohibido por la ley. Es una zona de no adelantar.
Para algunas personas, estas líneas amarillas dobles no significan nada. La persona delante de ellos va demasiado lenta para su gusto, por lo que pasarán a ese conductor sin importar las reglas y restricciones que existan en la carretera por la que están conduciendo. Para hacerlo, deben cruzar a la mitad de la carretera por donde circula el tráfico en sentido contrario, y al hacerlo, podrían terminar en una colisión frontal o colisión en T que podría lesionarlos a ellos y a los conductores y pasajeros de todos los vehículos a su alrededor.
Además, ignorar estas líneas amarillas dobles puede llevar a multas y sanciones muy grandes, exponiendo al conductor a todo tipo de problemas legales que sería más fácil evitar.
En cambio, simplemente mantenerse detrás del conductor que está delante, sin intentar adelantarlo incluso cuando no está permitido hacerlo, debería ser la acción correcta a seguir.
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Carreras
Las carreras parecen muy divertidas cuando las ves en la televisión o juegas un videojuego de carreras. Se ven glamorosas, geniales y atrevidas, pero nunca deberían intentarse en la vida real. Y con buena razón.
Las carreras callejeras se convierten en un juego de valentía con otro conductor o conductores, un juego de “¿quién puede ir más rápido?” Si los corredores se animan mutuamente lo suficiente, podrían terminar yendo a más del doble del límite de velocidad, lo que no solo pone en riesgo a ellos mismos y a otros en la carretera, sino que también podría matar a alguien que esté haciendo algo tan inocuo como pasear a su perro tarde en la noche.
Esto expone a uno a todo tipo de peligros legales, multas grandes, posible tiempo en la cárcel y la posibilidad de matarse a sí mismo o a alguien más en la carretera.
Correr es temerario e imprudente, y no hace más que arriesgar la posibilidad de arruinar tu vida o la de otra persona.
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La conducción temeraria va más allá del adjetivo “temeraria”. Es sumamente peligrosa y amenaza la vida de las personas que conducen de manera temeraria así como de quienes están en la carretera con ellos.
Para quienes obedecen la ley, evitar a los conductores temerarios puede parecer una tarea imposible, ya que no saben cuándo puede aparecer uno. En cambio, cada conductor debería comprometerse a obedecer las leyes establecidas y evitar las trampas que conlleva ser un conductor temerario.
Si usted o alguien que ama ha estado en un accidente que involucró a alguien que estaba siendo un conductor temerario, contacte a Siegfried & Jensen hoy. Con más de 30 años de experiencia en el manejo de accidentes automovilísticos, estamos dedicados a brindarle la asistencia legal que merece y ayudarle a obtener cualquier compensación que pueda corresponderle.
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